El águila imperial o como su nombre científico lo indica el Aquila Heliaca, se encuentra actualmente en peligro de extinción.
Su hábitat natural se encuentra en las bajas latitudes de Europa, Asia y África, pero las amenazas frecuentes por parte de los seres humanos, las ha llevado a que busquen refugio en zonas más elevadas.
Esta ave en tiempos de invierno migra hacia el sur, en busca de climas más cálidos.
Los nidos los construyen en las cimas de los árboles, por lo cual el lugar que escogen para su reproducción y existencia son los bosques o zonas pobladas de árboles altos.
Características del Águila Imperial
El águila imperial comparte muchas de las características del águila real, pero se diferencia sobre todo en el tamaño, ya que ésta es un poco más pequeña. Mide aproximadamente unos 80 cm y con las alas extendidas, puede alcanzar hasta los 2 metros de tamaño. La hembra de esta especie es de mayor tamaño que el macho.
El plumaje es de color marrón oscuro, con algunas manchas de color blanco en la parte superior de las alas, en la cola y en la nuca tiende a tener un color más dorado. Su peso oscila entre los 3 y los 5 kilogramos.
La cabeza del águila imperial es grande, al igual que sus ojos. Cuenta con un fuerte pico y unas alas largas. Sus patas se encuentran cubiertas de plumas, a excepción de la piel áspera de las garras.
Su alimentación está basada en reptiles, aves pequeñas, peces, carroña y pequeños mamíferos.
Son considerados animales monógamos y crían una vez por año solamente. La edad adulta llega cuando alcanzan los 4 años de edad. El nido lo construyen en las copas de los árboles y lo hacen utilizando hierbas y plumas. Suele fabricar dos nidos y los van rotando, unos años utilizando uno y luego el otro. La hembra pone de dos a tres huevos, estos son incubados durante 40 días aproximadamente y después de nacer son alimentados por la madre hasta que logran independizarse.
Son considerados animales monógamos y crían una vez por año solamente. La edad adulta llega cuando alcanzan los 4 años de edad. El nido lo construyen en las copas de los árboles y lo hacen utilizando hierbas y plumas. Suele fabricar dos nidos y los van rotando, unos años utilizando uno y luego el otro. La hembra pone de dos a tres huevos, estos son incubados durante 40 días aproximadamente y después de nacer son alimentados por la madre hasta que logran independizarse.
El primer vuelo de la cría de águila imperial se da después de 2 meses de su nacimiento y cuando llega el invierno, ya son capaces de unirse a sus padres y emigrar en busca de lugares más cálidos. Aunque el águila imperial suele vivir en solitario, para emigrar suele unirse a otros ejemplares de la misma especie. Pueden llegar a vivir hasta 21 años estando en libertad.
Clasificación del águila imperial
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Aves
Orden: Falconiformes
Familia: Accipitridae
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